Texto Anverso: la última postal
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Texto Reverso:
Encontré las postales de otra vida, la que tú me enseñaste a imaginar.
Encontré tus palabras cariñosas enviadas desde los rincones del mundo que gustabas visitar.
Repasé las breves descripciones que en pocas palabras me llevaban a evocar los olores, los sabores, los sonidos, los colores, y la magia que tan bien me sabías contagiar.
Y acababas siempre con aquella frase…
¡Espero hija mía que algún día tu también lo llegues a disfrutar!
Salí a buscarte tras aquellas postales. Y encontré los olores, los sabores, los sonidos, los colores que había tras cada postal.
Pero a ti no te encontré.
El aroma de tu abrazo se me escapa, el sabor de tus guisos se entremezcla, el sonido de tu voz se me confunde, el color de tu mirada se emborrona…
Dime mamá, ¿donde más debo buscar? ¿acaso te dejaste una última postal por enviar? Quizás por no acabarla con un…
¡Espero hija mía que algún día tu también lo llegues a disfrutar!
Pero ya sí es hora mamá, déjame que te busque allí también.
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A mamá.
En el cielo.
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