Para Rosa.

Recordé tu nombre porque vi unas rosas. Recordé tu ternura al abrazarme cuando las dos crecíamos, una como mujer, otra como niña. Recordé los besos en mi frente de despedida y los abrazos en mi cuerpo de bienvenida. Vi aquéllas flores, Rosa. Me dueles en mi sentimiento porque me da miedo perderte. Vi una flor que por sus pétalos evocó en mi pensamiento cuán frágil puedes ser, pero por sus espinas cómo defenderse también sabes. Se marchitan porque el cáncer de la muerte las invade pero tú, Rosa, tú eres perpetua, porque todas las enfermedades del mundo no pueden contigo. No te extraño, madre, porque aún estás conmigo luchando como las rosas en invierno. No te extraño, al contrario, te anhelo.

Alicia.

Rosa Alicia Guzmán.

Antonio 57, 03660, México Distrito Federal.