Me encontré sentado en el banco del parque recordando mi infancia en una fría tarde de otoño, el suelo cubierto de hojas impolutas sin pisadas sin huellas, los columpios siseando al viento, el silencio invadiendo todo. A pesar del frio en días como aquel él siempre estaba en el parque jugando.

Se miro las manos, en ellas su tableta en blanco.

Salí de casa después de pelear con mi mujer e hijos por no dejarme trabajar tranquilo. La furia me llevo a gritar como no solía hacerlo nunca.

¿Por qué? Sentado en el banco me preguntaba que sucedía conmigo, de pronto lo entendí todo. Había dejado de adorar a mi dios y a mi familia, para entregarme a Tecnólogo, me tenía atrapado en sus redes no hablaba con nadie si no era por un chat o por un güasap, había dejado de reírme con mis hijos, de cogerles en mi regazo y leerles un cuento, de jugar al futbol con los amigos o sentarme en la hierba a tomar el sol.

Abducido me encontraba en mis reflexiones frente a mi tableta cuando recordé porque tanta tristeza en mi pecho, había cambiado al niño sonriente que jugaba en ese parque, ahora desierto, por el hombre áspero y renuente a sentir.

Lo peor de todo es que el parque estaba vacío por culpa de muchos como yo, ya los niños, no sabían jugar al escondite, a la rayuela, al trompo, o la liga; todos preferían la psp, o la nitendos o cualquier aparato electrónico, todo estaba cambiando.

Me pregunte entonces, si nos salvaría de enfermedades y guerras o si nos mataría hasta el punto de no saber comunicarnos ni verbalmente ni con la escritura.

Tanta electrónica, y tantos aparatos, estaban haciendo perder lo mejor de cada ser humano, el don perfecto de la palabra, el acercamiento maravilloso que se tenía entre seres humanos, el contacto de la mano que te roza la cara con pasión, la sonrisa retumbando en tus oídos por la alegría de los tuyos, hasta el sexo era algo rutinario en la vida, muchas veces sustituido por algunas palabras o imágenes eróticas frente alguna pantalla fría.

He reflexionado durante horas y he terminado con lágrimas en mis ojos, durante años he perdido poco a poco cada una de las cosas que me motivaban a levantarme, a sonreír, a querer ser mejor persona.

Me levante del banco, sabía que lo que iba hacer sería solo simbólico, pero necesitaba empezar con algo, borre de mi tableta todo, dejando solo algunas de las fotos de  los seres amados en ella, al llegar a casa escondería aunque fuera ese fin de semana mis aparatos, apagaría todo, abrazaría a mi mujer con ternura, y entre mis manos solo estarían mis hijos  y sus cuentos, no tomaría ni una foto, plasmaría la imagen maravillosa en el mejor ordenador que poseía, mi mente, mis recuerdos no los borrarían de ahí, quizás de mayor se irían de ella pero quedaría la sensación plasmada en mi corazón, por mucho que me apagará el día  de mañana, los sentimientos son eternos, perduran en los seres que amamos.

Comencé a caminar de nuevo a casa para pedir perdón a los míos, para poder ser de nuevo yo, para comenzar a despejar mis miedos y fantasmas escondidos detrás de tantos chips, cables, y corrientes eléctricas.

Era hora de dejar a Tecnólogo y volver a ser YO.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS

comments powered by Disqus