Una conversación cualquiera

Una conversación cualquiera

-Hoy estás guapísima. Me encanta tu peinado.

-¡Me he peinado como siempre! ¿Eso es lo que tú te fijas en mí?

-¡Solo quería hacerte un cumplido! Para mí siempre estas igual de bella…

-Vaya adulador. A mí me chifla la camisa que te has puesto.

-Muy graciosa. Fue un buen regalo de reyes.

-Lo cierto que sí. Me hacían un 50% de descuento comprándolo por la web de la tienda.

-¡Es increíble los chollos que encontramos por internet! Oye ¿qué vas a pedir de comer?

-Lo de siempre ¿Para qué me voy a molestar en levantar la cabeza para mirar la carta? dos rollitos de primavera, arroz a las tres delicias y ternera con bambú y setas ¿no?

-Eso mismo.

-¿Sabes? Últimamente me duele muchísimo el cuello, no tengo ni idea de a qué se puede deber.

-Sí, a mí a veces también me pasa lo mismo. A lo mejor dormimos en mala posición.

-Puede ser, aunque también me noto los ojos cansados. El otro día casi me pilla un coche. Los focos me deslumbraron. No me lo esperaba.

-Últimamente oigo a muchas personas decir cosas parecidas. Los conductores deben recibir el carnet en la feria. Intenta tener más cuidado la próxima vez.

-Lo tendré. La camarera tarda mucho en venir ¿no?

-Pues sí, bastante. Quizás deberíamos dejar de mirar los móviles quince segundos para pedir la cena.

-Vale, ahora seguimos hablando.

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