Elegida

Eres la próxima y perfecta candidata en este mundo granítico y hostil. Fuiste criada en un huevo del diámetro de cuatro veces el de un avestruz. Te vigilamos y alimentamos mientras abrigábamos la esperanza de ver llegar este día en el que te vomitaríamos a la luz.Te creamos ideal. Ahora corre libre y haz de tu vida aquello para lo que fuiste creada.

Siempre he vivido a la carrera, sin mirar atrás ni tampoco al futuro. Los impulsos marcaaban el ritmo de mi existencia. A lo mejor una mañana estaba en una cafetería desayunando y de repente me daba cuenta de que lo único que realmente deseaba en ese momento era estar al otro lado del país, entonces cogía un coche y simplemente me iba.

O puede que estuviera en el muelle sentada, tumbada al sol, piernas colgando. Y entonces se me ocurría que quería llamar a este o aquel otro para organizar algún plan demente y retorcido. Y ya no había nada que hacer porque sabía que lo que yo había ideado terminaría ocurriendo.

Siempre había que hacer, siempre sobre la marcha.

Por eso un día me sorprendió levantarme sin desear nada nuevo. Me encontraba mal. Un gran dolor como una gran serpiente retorcía mi brazo. Se me helaban los dedos. No podía moverlos. Imaginé un gran coágulo obstaculizando mis venas. Corrí a la cocina, cogí un cuchillo y me hice un corte. Un coágulo salió, brotó la sangre a borbotones y la aplasté con los dedos. Abrí la boca con sorpresa. Un chip metálico había salido de mi cuerpo.