Si bien algunos dicen que en cuestiones de amor al corazón no se le manda que tú no eliges a quien querer otros, por su parte algunos más dicen que el amor se piensa. Hasta hace poco estaba sólo de acuerdo con los que dicen que tú eliges a quien amar, por aquello de que la atracción entra por la vista, claro es mas común que alguien capte tu atención por tener un buen físico y algún detalle especifico que te atraiga de él o ella, después de ahí comienzas a poner especial atención a todo aquello que realiza, incluso cuando algo sea tonto lo que haga o diga, te dará ternura y será participe de todas las fantasías creadas en tu cabeza que por supuesto conllevan un final feliz. Y que nada te garantiza que algún día te voltié a ver o que no lo haga.
Sin embargo también están aquellas personas que se esmeran en tener un lugar en tu corazón, no importándoles que este sea pequeño, pues entienden que por algo hay que empezar. Así que ahí están sin despegar el pie del camino que les abrirá las puertas de aquello que buscan – el ser una parte especial de tu vida-. Personas que invierten tiempo dinero y esfuerzo en que escuches sus buenas intenciones.
Estar en una situación en la que dos de estas personas estén dentro de vida en el mismo momento sin excepciones es algo complicado, debido a que uno sin intención entro a tu corazón por su chispa o por lo que sea que hizó que lo vieras y no sólo tú, sino probablemente distintas chicas también ya lo habrán hecho, porque para acabarla tiene un gran verbo, y el otro por su lado realiza un gran esfuerzo por que lo veas, dedicándote un buenos días, mensajes llenos de buenos deseos para tu día y tus proyectos, y que además te lleva a lugares en donde no se fija por cuanto gastará, solo para ver que tu estarás feliz.
Difícil elección entre ambos por aquello de quedarte como el perro de las dos tortas, ¿pero tú qué harías? y ¿Por qué lo harías?
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