Travesía marítima

Travesía marítima

Jacky

25/03/2020

Capítulo 2.Travesía marítima

Segunda parte del periblo de los héroes

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Travesía marítima

Los fuertes vientos del mar golpean con fiereza a la frágil bóveda celeste, el mundo tal y como se conoce, se encuentra inestable y en decadencia debido a la gran colisión de magia, la ahora conocida como magia manipulable ha pasado a ser magia indómita de Ailatfar, un futuro incierto se asienta en las ciudades afectadas y por todo lo que usa magia, que ahora abandona su curso tranquilo y constante para volverse a una magia salvaje e irregular, solo unos capaces son los que aún la manipulan y pueden seguir empleándola, muchos otros carentes de talento, han perdido la capacidad.

En la otra parte del mundo, a la deriva del ancho mar de Ailatfar se encuentran Hope, Shelesia e Ignis, navegan en el barco de Hope, el Nueva Esperanza, viajan por el mar sin un destino fijo, solo saben que su próximo desembarco es en el puerto más cercano posible, en el cual deben reponer alimentos y agua, de paso Hope dejará a algunas personas en tierra firme para que formen su propio camino. Por el contrario algunas personas se abstendrán de quedarse en tierra firme, la mayoría se niegan y prefieren pertenecer a la tripulación de Hope, seguir con su vida en el barco, consideran que le deben la vida a Hope y le siguen hasta que su vida termine. No es que Hope quiera tener más mano de obra, es más les intentan convencer de que vivan en tierra una nuevas experiencias, pero como todos tienen malas experiencias sobre la vida en la tierra, ya que debido a ella acabaron esclavizados, aunque más tarde fuesen liberados, por lo que se niegan y prosiguen su feliz vida en el barco.

Mientras avanzan, las aguas indomables del océano golpean el cascarón del barco con gran fuerza, mas el mascarón de proa las rompe sin mucha dificultad, a destacar del mascarón es que fue tallado en madera de caoba, tomada prestada de un barco de corsarios, tallado por la tripulación en uno de esos días que no hay mucho que hacer, tiene como estructura una figura humanoide, encadenada pero con la peculiaridad de que las cadenas están rotas, las ha roto la misma figura como símbolo de la liberación. El Nueva Esperanza, un bergantín con ancha cubierta de madera y acabado en negro mate, es una embarcación formada por 3 mástiles de madera que le dan la velocidad que Hope necesita, el palo de mesana, el palo mayor y el palo trinquete. Estos mástiles, son manejados por la tripulación mientras que Hope se encarga del rumbo del barco. La contramaestre es una mujer rescatada por Hope al igual que el resto de la tripulación. Aunque ella tiene algo especial, es de las pocas mujeres que decidieron quedarse con Hope en vez de ir a tierra firme. Su gran carácter le permite imponerse sobre todos los hombres de cubierta, por lo consecuente Hope la nombró la contramaestre, impone orden y coordinación. Hope no puede pedir nada más, es justo lo que necesita.

Mientras, por cubierta se encuentran Ignis y Shelesia los cuales se encuentran absortos por el excelente funcionamiento de la tripulación, la organización y la lealtad ante una persona que a primera vista parece una persona endeble y vulnerable. Ignis admira con brillo en sus ojos el paisaje, pues nunca salió de los muros de su ciudad, es la primera vez que la brisa marina le acaricia su tez, a esta brisa se le acompaña un ligero susurro de libertad, para él es de las mejores sensaciones que existen.

-Shelesia, ¿No sientes que todo esto es un sueño?

-¿Por qué lo preguntas?

-Tengo una extraña sensación, puedo hacer lo que quiera cuando quiera, si quiero irme y tirarme al mar puedo, si quiero gritar o cualquier cosa que se me ocurra hacer por cubierta puedo.

-Sé llama libertad mi querido amigo. Shelesia añade con un tono de burla y pícaro, debido a que su amigo nunca ha experimentado lo que es ser realmente libre.

-Es genial, quisiera estar así siempre.

Ignis viene de una familia de alta cuna, nunca pasó hambre ni tuvo problemas con sus necesidades, por su contraparte vivió sobre protegido y con estrictos horarios. Mientras que Shelesia es de clase media, a pesar de esto, los padres de Ignis nunca se opusieron a su amistad. De vez en cuando la invitaban a unirse a las comidas o cenas junto a ellos, Shelesia recuerda esas comidas como las más deliciosas que nunca ha probado.

Mientras charlan, Hope se les acerca a hablar un rato, puesto que apenas se conocen de algo.

-¿Entonces vosotros sois de Katbar?

-Sí, más concretamente de Kalayan la capital.

-Oh, siempre me ha gustado la capital, tiene abundancia de víveres y servicios, además de edificios de ocio y excelentes mercados. No suelo quedarme mucho tiempo en los puertos que atraco, pero una vez tuve la oportunidad de poder estar 1 semana en Kalayan. Se suponía que nos iban a entregar dinero a cambio de unas especies que teníamos, pero el comerciante se retrasó. Al final nos pagó de más por las demoras. Sin embargo disfruté mucho de toda la semana.

-¿Visitaste la gran biblioteca? Añade Ignis con los ojos iluminados.

-La verdad es que no sé leer mucho, hace tiempo sabía pero se me olvidó, poca gente que pasa por aquí sabe leer, supongo que es normal, así que nunca le di importancia.

-Si gustas te podemos enseñar, después de todo nos rescataste de esa ciudad sitiada por esas criaturas extrañas.

Así pues tras una conversación y de conocerse un poco más, llegaron a un acuerdo; todos los días Ignis le enseña a Hope algunos conceptos básicos de ortografía y gramática, aunque eso a Hope le es indiferente, él quiere leer y saber que está leyendo no le interesan los tecnicismos. Pasan las semanas y Hope consigue leer aunque sea básico, pero se defiende ante las letras. A los pocos días, aparece una tormenta a la lejanía. Todos en la cubierta se pusieron en sus posiciones con velocidad y solo se escucha la voz de una mujer. Aquella mujer misteriosa que el capitán había rescatado, la contramaestre.

-¡Rápido! El trinquete y vela mayor recogedla, que la mesana esté libre y abridla a la mitad, girad las velas 90ºC ¡No permitiré errores! Con un tono imponente y sagaz la mujer brama ordenes y todos las cumplen sin cuestionarse nada.

-¿Que sucede Hope?

-Se acerca tormenta, será mejor que nos preparemos, el viento y el mar braman, es mejor que hagamos caso a la contramaestre, ella siempre nos salva de estos problemas.

De un instante a otro el fuerte viento se hace presente, Ignis atónito por la situación, no se da cuenta de lo que pasa a su alrededor. En ese momento la botavara se descontrola, un fuerte golpe del viento en la vela provocan que el nudo donde esta enganchada la botavara se deshaga y salga impulsada, dando un fuerte golpe a Ignis lanzándolo hacia atrás. Ignis aturdido por la situación siente un gran dolor en el cuerpo, un gran objeto de madera alargado le acaba de golpear por su despiste, ha perdido el equilibrio y siente que en cualquier momento puede caer al mar mientras la fuerza le empuja hacia atrás. Pasa todo tan rápido que Shelesia apenas puede reaccionar.

-Estos novatos tsss.

Rápidamente una mujer salta de la toldilla con gran velocidad y agilidad, corre hacia delante sin apenas gran esfuerzo, en ese momento alarga la mano y le agarra con gran fuerza del antebrazo a Ignis, tira hacia ella con gran fuerza y acaba tirándolo a la cubierta, evitando que caiga.

-¿Estás bien niño?

-Supongo que sí. Ignis no sabe que ha pasado, solo sabe que se ha salvado de morir ese día.

-Debes de tener más cuidado chico, esto es la vida en el mar, en cualquier momento puedes morir, no te despistes.

-¿Va todo bien? Se acerca Hope al ver como su contramaestre ha salvado al chico que le enseña a leer.

-Sí sí, tu contramaestre me ha salvado, le debo una. Tras decirlo intenta coger aire para afrontar lo que ha sucedido.

-Creo que no os he presentado personalmente a pesar de llevar varias semanas en el barco, esta es mi contramaestre, espero que os llevéis bien.

-Me llamo Ignis y ella es Shelia, es un gusto conocerla.

-Chico, no hacen falta tantas formalidades, mi nombre es Elisabeth, espero que seáis buena tripulación y trabajéis bien.

-Encantada de conocerla, espero que mi compañero no le haya causado muchos problemas. Añade Shelesia con un tono risueño.

-No es nada, y ahora centraros tenemos una tormenta delante.

Terminada la charla, les indica que deben de hacer para afrontar la tormenta. Rápidamente se incorporan y comienzan a trabajar con el resto de marineros, la tormenta es amenazadora, pero van a luchar con todo lo que tienen contra ella.

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