Su barba y su melena expuestas al viento lo convertirían en el señor de la carretera. Sus gafas negras, su chaleco tuneado, su tatuaje “REY SANTA” y su barriga cervecera se mimetizaba como una parte más de su Harley-Davidson roja. Por fin unas vacaciones con su moto de ensueño. Dejó su casa feliz de comenzar su aventura. Parado en el primer semáforo, decidió dirigirse al mar, estaba cansado de frío y nieve. La felicidad que sentía la truncó un camión sin frenos que se cruzó en su camino. La humanidad tenía un problema, ¿quién repartiría los regalos la próxima Navidad?

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