«Ya no vives mas en mí,

alguien murió,

y por primera vez no fui yo.

Tus manos,

que viajan hacia la colina,

a fin de destruir todo. 

Incapaz de verme sentada frente a ti,

deseosa de dar el primer disparo, 

me quedo inmóvil antes tus plegarias.

Me consume la marea,

me pierdo en las mismas manos destructivas,

que fueron incapaces de sostenerme.

Ansioso por la autodestrucción,

me tomas desprevenida,

y en un arrebato galas el gatillo,

dando a entender que esta vez no fui yo quien perdio, 

victoriosa por tu derrota

te pido perdón, 

porque aún así hay algo de ti en mí,

y yo no soy tu copia carbón, 

aunque nos miremos frente al mismo espejo

y tengamos los mismos ojos,

no decido amarte, 

esta vez decido amarme.

-Papá


Etiquetas: poema

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS