El frío invierno de la razón 
Viajes encadenados (en 8 semanas)Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón, con los pies semienterrados en la arena y la espalda recostada contra el muro. Sus dudas se volvían más intensas cada día.
Recuerda aún con total viveza las sensaciones del primer encuentro. Tez tostada, pelo lacio, camiseta raída y ese desparpajo aventurero. Una aventura veraniega se dijo, para eso viaja una al Caribe. Una cosa llevó a la otra y combatiendo el frío del invierno llegó el pequeño Iván.
– ¡Hoy es tu día, estás preciosa! – exclaman sus compañeras del bufete. Él también le decía esas cosas, hace unos meses.
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