El veintidós ya es historia. Todo en mi vida ocurrió ese día del mes, tanto lo bueno como lo malo. Me divorcié de mi marido y años después conocí al que sería el amor de mi vida. Me suspendieron las oposiciones y comencé a trabajar en la escuela de mis sueños. Me caí de la bicicleta y tuve que estar cuatro meses encamada, con la pierna escayolada hasta la ingle; circunstancia que me hizo amante de los libros, ya que los disfruté con intensidad, viví en la imaginación lo que no podía vivir en la realidad. Todo es relativo.

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