A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, pensó cuando salió del hospital. Cómo fuera que pasó, estar en la calle en ese momento era de no creerlo. Fue regresar de otra travesía diferente y terrible semejante a la del avión en medio de la turbulencia, luego del golpe repentino, violento, mientras todo quedó en tinieblas y pareció acabar, pero inició otro viaje que no sabía si duró siglos o instantes mientras sintió desprenderse de todo, hasta quedar flotando entre luces tenues y al volver recordó apenas los momentos previos al accidente. Nadie más se salvó.

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