«A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir». Fueron mis palabras al rescatarte ese día.

No pude evitar llevarte conmigo; me quedé prendada de tus ojos en cuanto te ví.

Ahora, mientras devoras mi cuerpo , pienso que quizás no fue buena idea adoptar un leopardo nublado.

Debí dejar que esos cazadores furtivos terminaran contigo aquel día.

Mientras comes de mis entrañas. No puedo evitar carcajearme ante lo irónico del destino.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS