Te regalé una bonita sonrisa de Joker cuando el cocodrilo comenzó a devorarte los pies. Los demás trataron de ayudarte, pero yo solo pude disfrutar del momento. Quién iba a pensar que tú, el más guapo, el más listo y el más rico de todos nosotros morirías de una manera tan poco elegante. Fue mía la idea de sorprenderte con un carísimo viaje de aventuras que estuviera a tu altura y, tras prepararlo minuciosamente durante meses, creo que lo conseguimos. Amigo mío, tu despedida de soltero resultó inolvidable.

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