Te regalé una bonita sonrisa de Joker porque llevo sufriendo de amor toda la vida. El primer flechazo fue por aquella niña de la guardería que me quitaba los juguetes. Ya en el colegio, pasó a ser la profesora de matemáticas la que hizo que me quedara sin vacaciones. Así he seguido, en el viaje del amor, cayendo en sus redes, hasta la chica rusa que hoy me ha abandonado.

Por eso, al pasar por la puerta del centro comercial y verte con las alas, el arco y las flechas de corazones, no me he podido aguantar. Deténgame, señor agente.

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