Te regalé una bonita sonrisa de Joker cuando me descubriste mintiendo.
Si mantengo esta sonrisa hipócrita por un par de segundos más, seguro que terminarás dudando de mis palabras y me saldría con la mía, hasta ese entonces la sonrisa dejara de ser fingida y me saldrá de forma natural, la sonrisa se arquea aun más, me veo irreconocible, caigo en cuenta de la confusión que esto te genera, me equivoque, no es confusión, estas aterrorizada, miro mi reflejo en el espejo por encima de tu hombro, el ceño fruncido es la cereza en el pastel de mi brillante actuación.
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