Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro

Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro

Quiero que mueran todos, no los necesito. Hay días en los que preferiría no haber nacido.

Él con ese aire de superioridad que lo caracteriza, va diciendo aquí y allá qué es lo que está bien, qué mal. Ella, disfraza su sed de dominación con palabras suaves y palmaditas en la espalda. Y mi hermano que los tiene embobado, él sí que es bueno, no como tú lento hasta para ir al baño. Hoy recordé perfectamente la secuencia: botón direccional, acelerador, botón de disparo. ¡Adiós papá, adiós mamá, adiós hermano, gracias al joystick, una vez más, yo me he salvado!

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