Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, que seguramente el chófer del coche no se iba a tirar pues él tenía el cinturón muy apretado, entonces el señor con todas sus fuerzas rompió el cinturón y se lanzó por la ventana.
El chófer Cayo sobre la arena que había cerca al campo, que fui a visitar. El señor muy asustado corrió a un hospital para que lo atendieran.
Felizmente no le había pasado nada, solamente tenía unos raspones, que le solucionaron inmediatamente y se fue a su casa tranquilamente a descansar.
Y prefirió nunca más salir de paseo.
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