En esta maleta no cabe casi nada. No alcanza para cargar lo que necesitaré en la travesía que emprendo hoy, cuyo destino final todavía desconozco. Viajo para escapar de lo que me mantiene atada a un tiempo que quiero dejar atrás. Si lo pienso bien, tal vez no necesite demasiado, mientras más ligera vaya, será más fácil el trayecto. Lo más pesado que me llevo, recuerdos e imágenes de los años vividos, los guardo dentro de mí. Cierro la puerta de la casa vacía y me alejo, caminando despacio, sin mirar lo que dejo a mi espalda.

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