En esta maleta no cabe casi nada. Escaparé ligero de equipaje y estaré solo, sin familia. Cuanto menos carga, más lejos llegaré. Llevaré lo imprescindible, improvisaré por el camino.
Esto me exigirá un intenso ejercicio de orden: al neceser irá la curiosidad, la paciencia entre unas camisetas, con la ropa interior la pasión. Colocaré la tolerancia sobre todo, para tenerla siempre a mano.
Dejaré las preocupaciones en el cajón de los calcetines, la rutina con la colada, a la dichosa perra con mi suegra: dos pajarracas de un tiro.
Diré a todos que voy a comprar tabaco.
Algún día volveré.
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