En esta maleta no cabe casi nada. No tenía ni idea de que las ilusiones y los sueños ocuparan tanto, pero no pienso dejar ni uno aparcado en casa mientras emprendo mi viaje. Haré hueco dejando en el cajón de mi cómoda el desamor, la traición y los jueces que han ido conduciendo mi vida. ¿Quizás es hora de tirar la basura?. Al final no necesito una maleta más grande, ya pesa menos, rumbo al aeropuerto decidiré mi destino.
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