EJERCICIO CINCO: (Tres segundos para pensar).

EJERCICIO CINCO: (Tres segundos para pensar).

—¡Finalizó el tiempo!—. Autoritario hablaba el profesor.

«Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado». Decía un señor joven con un sombrero montado en su asno.

«Cuando estés recién muerto, aún con la tibia tibia, aún con las uñas cortas, querrás hacer algo —lo que podrías hacer ahora—»… «Advertencia». A continuación leía una niña con voz angelical.

El profesor sorprendido y también con rapidez, finalizaba: «… —Mañana de lo eterno—. Suelo. Ni más ni menos. Y que te baste con eso».

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