Sentí su tacto en mi piel, corrientes electricas recorrian mi cuerpo, cuesta creer que aquel llamado mejor amigo sea el que está frente a mí a punto de decidir mi destino. El sonido del seguro quitarse me alertó haciendo que elevara mi vista encontrandome con sus ojos, cristalizados y desbordantes de tristeza, una pequeña suplica abandonó mis labios, mi voz salió entrecortada «I-Ivan» dije balbuceante, omitió mi suplica y con un suave «Perdoname» abandonando sus labios apretó el gatillo.
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