Mariposas revolotean en mi cabeza. Desde niño quise darles caza, pero se esfumaban como la niebla de la mañana. Cual sería mi suerte de conocer a otros que compartían ese deseo de atraparlas, y, más aún, a aquellos dispuestos a enseñar técnicas para capturarlas. Ahora, tengo una red tejida de conocimiento con la que me aventuro tras ellas, y, sí, puede que aún sea novato, pero, hoy, logré atrapar esta para ti: cazador de historias.

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