Lo muy malo de ser el chico nuevo, es que todos los ojos están sobre tí. O lo estaban al menos sobre Micael el primer día del taller de escritura. Más aún los de las chicas. El muchacho se había parado frente a la clase, junto al profesor, para dar a conocer el producto de su primer clase. Frente arrugada, manos transpiradas, comenzó una lectura entrecortada, interrumpida por las risitas de las chicas.

Al leer,en su cabeza sonaba la voz de su escritor favorito, el genial Alejandro Figueroa.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS