PIERDO EL TIEMPO PARA NADA

PIERDO EL TIEMPO PARA NADA

Anmardi

15/10/2019

PIERDO EL TIEMPO PARA NADA

La candidez de un niño pequeño, que cuando crece, descubre, que de la vaca, no todo es ubre.

Que realmente, de nada somos dueños, que nuestro cerebro es tan pequeño, que no alcanzamos a comprender, que de este mundo, tanto se va el más pobre, como quien sobrado está del tesoro más profundo. Nos agarramos a cualquier astilla que flota y, cuando vemos que no es suficiente, se nos queda tal cara de idiota, que nada nos hace emerger, ni tan siquiera la sexta flota. Lo fácil que es comprender, que aquí estamos de paso, que privilegiados somos, que muchos no pueden beber ni tan siquiera agua de un vaso. Vive y deja vivir, aprovecha el momento actual, que la vida, como quiera la viva cada cual. Que atesorar mansiones, de oro llenar sus rincones, es para merluzos, esos que no ven el agua, ni aunque les caiga a chuzos. Personillas egoístas, personajes que se creen de alto linaje. Que pisan a sus hermanos, que no les importa mancharse las manos, con tal de engordar sus bolsillos, aunque para ello tengan que ser grandes pillos. Que aplaudir lo políticamente correcto, pensando totalmente lo opuesto, me lo paso yo por el recto. Decir realmente lo que se piensa, es lo que nos hace libres. Que el mundo está lleno de traseros chupados, y de gente, que su aliento, no huele precisamente a helado. En fin, seguro estoy de gastar mi tinta en vano, pues el errar es tan tremendamente humano, que yo, a partir de ahora, me lavo la derecha y la izquierda mano.

Angel Márquez Díaz

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