Sonne, con antidepresivos te despertabas y con ansioliticos te acostabas, creabas en mí la arritmia del alma desterrada de la ansiedad.
-Y ahora mujer, ¿a dónde irás?, ¿qué beberás?. Si miras con profundidad para buscar la melodía, escucharás la música dentro y fuera de ti. Tan indecisa y reactiva, escuchas el jazz con tu última copa de vino, te desparramas en un césped de orquídeas recordando hermosos años que no volverán jamás.
No me olvides nunca, aunque te vayas al más allá.
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