A UN BUEN AMIGO

A UN BUEN AMIGO

En la soledad de tu alma, amigo, no pierdas la calma. La vida a veces es un esperpento que, cuando nos toca, nos invade un enorme tormento.

La desesperación nos oculta cualquier salida pero, ya te digo por experiencia que, más allá de los momentos que vives, hay una hermosa y dulce vida.

Esa mirada limpia y esa sonrisa sincera con la que nos obsequias, dicen de ti qué clase de persona eres. El momento que vives, no es el que prefieres, has de saber bien qué camino quieres y comenzar a caminarlo con quien lo mereciere.

Pensar en tirarte del tren en marcha, no es más que la desesperación de una mala racha. Ten esto muy presente, pues renunciar a conocer cada estación y pasar por cada puente, es algo que te puede ocultar un precioso futuro, después de vivir un indeseable presente.

Espero ver poco a poco como resurges de tus cenizas, la vida no se sabe apreciar, si en alguna ocasión, no te la hacen trizas. No siempre el camino es llano, muchas veces tenemos que quitar las piedras del mismo, con una y con otra mano.

Tener una pequeña ilusión de momento, es algo que mientras dure el ciclón, puede aliviar tu descontento y menguar tu desilusión.

Angel Márquez Díaz