PATRIA
Un árbol que se derrite.
Negra sangre tiñe el agua.
Nubes de lluvia que dimiten
ante un cielo de chatarra.
Otoños que se resisten
contra corrientes solanas.
Palomas que vuelan tristes
con las alas desplumadas.
Banderas llenas de odio
en muros con carne pegada.
Mares que vomitan niños.
Vergüenzas que no se lavan.
Envidia tengo a las rocas.
Ala tierra seca y quebrada.
A las incólumes y calladas piedras;
que ni tienen Dios, ni aúllan ¡patria!
ESTRELLAS DE PLÁSTICO
El sol hace tiempo que huyó
con el estómago en la boca.
Harto de cavilar vergüenzas.
Y dicen que planea sobre el lugar
un aroma a existencia inhumana.
Y que hay unas manitas heladas enuna caja
Y que una madre que calienta unos deditos
con su último aliento de superviviente.
A veces, hasta mueve los labios.
Nadie sabe si reza o canta.
Da igual, allí no llega ningún Dios.
Sólo nieve de barro sobre sus hombros.
Y moribundas estrellas de plástico opacas.
Al otro lado todo cambia
Al otro lado hay una fiesta.
Al otro lado del muro
las estrellas son de cristal de Swarovski.
Y hay colas en las peluquerías.
Ylas cajas contienen joyas,
no bebés con manitas moradas.
Ylos hombres lustran figuras
en portales ricos e inmensos.
Ylos dioses son generosos
aunque se les rece poco o nada.
Da igual, aquí eres tu propio Dios
si tienes dinero suficiente para comprarlo.
Y en las fiestas de Nochevieja,
nieva confeti sobre tus hombros
adornados con lentejuelas ciegas .
Ciegas para no ver apagarse estrellas al otro lado.
Estrellas moribundas de plástico opaco
cercadas por un muro de ostracismo.
MUJER DE PUEBLO
Mujer de pueblo criada a los pechos de esta tierra,
que labraste con las uñas, escarbando en la dehesa.
Pilar de carga de cada casa, de voz sorda y silenciada
por jaurías de perros lobos de las peores camadas.
Siempre subyugada al hombre, por mujer,canalla afrenta.
Pariendo a tus hijos pobres en jergón, como las bestias.
Boca de dientes desgastados de sacar leche a la hierba,
y de trapos destrozados, sonajeros y muñecas.
Mujer de pueblo de estirpe, que desesperada viste
cómo el maestro enseñaba a la prole de los caciques.
Y sentaba en la última fila como bultos invisibles,
a tus hijos de ojos negros, fríos, descalzos y tristes.
Y luego cuando mocitos, te los arrebató la guerra.
Serpiente que estrangula almas,alimaña cruel y negra.
Despropósito inhumano, barbaridad que se inventan,
machos de todas las especies para medir cornamentas.
Mujer de pueblo valerosa, atenazada con ricino y tijera
cuando bordaste con hilos de libertades venideras.
Astillaron el bastidor y te raparon las trenzas,
mas tu ajuar de roja sangre fue heredado por tus nietas.
Heroína de la vida ¿por qué nadie te recuerda?
¿Acaso no regaste simiente, fuego y raza en esta tierra?
La historia tiene laberintos por los que no entran las hembras.
Hoy yo te los abro a versos, querida abuela extremeña.
NIEBLA
Techo gris que escurres espejos ondulados en la acera.
Que aplacas el color y los trinos, para que conversen las chimeneas.
El que verdea los campos y la melancolía espolea;
porque no hay vida sin mácula, ni pasado sin condena.
Ese mismo que yo miro desde el quicio de la puerta.
Ese, que han de ver los hijos míos, cuando fenezca mi senda.
¿Y qué será después de este quicio?
¿Y qué será de esta puerta?
¿Y qué será de los sueños que gesté tras estas rejas?
¡De los versos, de los libros, de mi sangre, de mi idea!
¿No quedará de mi huella, ni una raquítica muesca?
Te pregunto a ti, cielo.
Tú que todo lo ves ¡contesta!
Una nube se acostó entonces,
vistiendo a la calle de bruma espesa.
Esto será lo que quede – dijo el cielo.
¿Niebla?-pregunté yo.
Y respondió – ¡Sólo niebla!
MADRID
Procesión de zapatillas transitando, incansables ,
hacia lombrices, ciegas y sin tripas, devoradoras de tiempo.
Mariposa que vuela por coordenadas dejando estelas
de esperanzas perdidas en alguna mudanza.
Y centros comerciales que, como sanguijuelas,
chupan la sangre a los sábados.
La culpable de que la vía láctea huya asustada cada noche a mi tierra.
Deque , en las jaulas de los árboles, un murmullo de voces
destierre a los trinos.
Por ti, las mareas ya no suben a enamorar a la luna,
sino a reivindicar derechos ante sordos leones .
Y observas,impasible, cómo las flores cumplen cadena perpetua en
jardineras de acero.
Pero también eres la Ítaca a la que todos los Ulises
— aun sin soñarte— soñaron regresar .
Y una multirracial diadema, trenzada con pieles, te adorna el pelo.
Y asaltas, a traición, con la música que contonea tus castizas esquinas.
Y tus museos son trincheras que protegen de las balas perdidas dela
necedad humana.
Y posees tesoros colgados que no discriminan ni miradas, ni lenguas, ni
asombros.
Y palacios, de dolorosa belleza, que disculpan a la crueldad más pura.
Y en tus cielos,hermosas nubes se maquillan los ojos en los espejos delas
torres de cristal..
Y en tu entraña, una mujer va pintando racimos de alegría por las avenidas
A pares, como las cerezas.
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