(Écfrasis al periodo azul de Picasso)
por Lucía de Luna
AZUL LUNAR
La vie… silencio y espacio, todo sueño se trunca…
Somos seres solos
en medio de dos nadas
polvo con hálito
instantes de tiempo
Somos seres solos
en medio de dos nadas…
SILENCIO AZUL
¿Cómo se le habla al que escribe?
Sólo silencio, percepción de lo imperceptible
No hay mirada alguna,
rescoldos de visiones fluyen aletargadamente del aliento.
En este mundo de tinta, suspirar es provocar a las arenas movedizas donde se ahogan todas las promesas resquebrajadas de las palabras.
Y los labios del viento se deshojan en desvanecimientos del olvido.
No es posible atreverse ni a soñar, sólo recordar aquella voz con sus navegaciones de rompe-linderos de la piel del gélido océano del alma es avivar el fuego de los enigmas, espuma marina y vuelo.
¿quién traducirá tanto silencio?
AZUL, ALQUIMIA DE LA PALABRA
Hoy el cielo ha marchado y la voz nocturna es un frío silbido golpea los cristales.
Abajo el aire en olvido deambula, traza breves remolinos de polvo como designios secretos.
Arriba la tempestad acecha.
Que difícil arrancar los secretos de la tinta.
Trabajar en los desciframientos de los versos es la alquimia de un pensamiento.
Sólo una reminiscencia que escapa tras el silencio en una luna entre ramada como lejana tonadilla entre alientos y cuerdas.
DESTIERRO AZUL MARINO
y aquella noche, sólo una amarga belleza injuriada…
(Rimbaud, …casi )
El venablo despeña el aliento,
como alas sollozando aguaceros
en acantilados del universo,
es la nube cercenada del cielo…
el plomo tintinea por el viento,
rasgando en ese recuerdo inmerso
en labios de tinta que ocultan versos
y que ruborizan al firmamento.
es ángel desterrado del parnaso,
sin el eco de su antigua gloria,
rumiando por la arena su fracaso
ni el alma evoca ya, por si acaso
el paraíso añora en su memoria
las palabras de agua tras el ocaso.
BREVES GESTOS DE LUNA AZUL
I
Escollo de luz,
dulce fénix del viento
hoja argenta de cielo.
II
Hurto secreto,
deshilvanas la brisa,
tinta nocturna.
III
Tú, artesana,
y vihuela en llamas,
flor del poeta.
CRISÁLIDA
Hoy el cielo ha marchado…
voz nocturna como frío silbido que golpea los cristales.
Abajo el aire en su propio olvido deambula,
traza breves remolinos de polvo como designios secretos.
Arriba, la tempestad acecha.
Que difícil arrancar los secretos de la tinta.
Trabajar en los desciframientos de los versos,
toda esta hechicería de palabras, crisálida,
alquimia del pensamiento.
NÉMESIS
Desde el no mundo, la llama y el hielo devoran la letra herida,
tinta que habita el vacío y deambula su evanescente cristal de lejanía.
La saeta lanzada abre brecha en el universo que vocifera sus propios silencios.
El fuego emanan sus azufres, gritos azules que emergen del ocaso.
No hay albatros en el no mundo,
no hay alas que puedan surcar semejante silencio del destierro.
Este es el punto de quiebre de la niebla.
Aquí yace el instante despeñado, vestigio del tiempo.
La única injuria fue el sueño…
ARS POIESIS
Enmascarada
la tinta se rebosa
de tu palabra
un sutil mito
engarza las espinas,
el alma mira
imágenes del sueño,
cristal del escribano.
NÁUFRAGO DEL VIENTO
Sucumbieron suspiros
con los rastros del mar en la mirada
náufrago del viento.
Lo que quema el aliento
no es hundirse en témpanos
sino que el sueño no alcanzó tu orilla.
EVOCACIÓN AUSENTE
La lluvia de la tarde grita abandonos que se estampan contra el pavimento como astillas de hielo.
La tarde se mueve como una nube seca que deambula su propio abandono,
su voz cae en gotas liquidas que flotan sus realidades y sin remedio se precipitan contra las piedras y estallan sus largos lamentos.
Ya no hay tierra, ni raíces que transformen la espera.
Tu mirada no atisba más un solo guiño y tu voz es un horizonte de montaña siempre lejana.
Y aquí, los árboles fueron desterrados y al cielo ahora lo sostienen gigantes metálicos entre telarañas de luz y rayos.
Y sólo aquí, donde habita el olvido, un gato es el único ser capaz que escuchar los lenguajes del fuego seco y el viento.
ESTELA DEL SILENCIO
El miedo gangrena el alma,
¿ S I L E N C I O ?
silencio…,
pero un grito agrieta el mundo.
Toda tu voz brota entre cenizas.
Nada puede borrar la existencia,
desde el polvo,
tu voz huye de la barbarie y la mirada late.
Somos memoria que llora,
…aquí diluvia el espíritu.
RISCO SAMSÁRICO
El alba arranca con las uñas del sueño,
las largas cortinas de aquella olvidada nocturnidad.
Desde las orillas de la tinta,
atisban unas pocas palabras de hielo,
lágrimas de las brasas del infinito.
Es el samsara, quien revela su diurno rostro,
resquebrajando la oscuridad.
y las flores, dulces y valientes ante las tormentas
desafiando riscos y acantilados.
LUNA AZUL, ECLIPSADA, EXPURGADA DEL CIELO…
Fue una enorme luna azul, eclipsada, expurgada del cielo…
Entre la música de las esferas,
un tacto lunar casi cercano en halo de luz
pero más frío que el silencio de todas las noches.
Cielo sin alma, sangrante como el olvido.
Y los acordes profundos del universo
vuelcan un vacío disuelto
en los trémulos labios de un verso.
Fue una luna escalando entre azules destellos
su propia sangre, sus sombras y sus secretos
que a trozos se desvanecen en luz y aire.
Es una luna que yace elevada en altísimo giro del espacio,
y a pesar de su intangible cercanía en desierto de estrellas,
todo fuego quedó lejos, de las profundas heridas del hielo.
AZUL SUEÑO
Un errabundo hechizo
traspasó el oscuro cristal del sosiego,
así el sueño invocó el aliento que vence la mirada,
así el espíritu inició su deambular en trozos de un cielo roto,
mientras el alma liba gotas del purpúreo licor del olvido.
En esta tierra de nadie, nunca hubo bronce, solo arena.
En esta tierra, muros de agua separan las nubes
y el fondo del mar queda al alcance de la mano.
Esta es la tierra marina que cierra la noche con sus secretos,
aquí es donde yacen las arenas que devoran la consciencia,
y entierran toda ilusión en grietas de vacío.
LUNA PÚRPURA
¿a qué luna cantará el poeta ante un universo lleno de lunas?
…y el aire herido,
astillado por la veloz saeta,
rompe trozos de viento
del cielo sonrojado,
luna que conjura un cielo violeta.
AZUL PROFUNDO
Habrás sido una música ciega en lo alto de un muro.
Mi larga maldición te pertenece como tus propios huesos,
llévatela contigo a la tierra
Cirlot
La epidermis de las palabras son la tinta que limita la mirada,
sólo el matiz de la luz se niega a revelar su misterio,
es un atisbo que se esconde tras un laberinto de pensamientos,
donde las palabras se trastocan en ninfas y faunos
que destierran el alma del tiempo y agrietan la memoria.
Entre los muros de agua seca,
los linderos del lenguaje son los acantilados de la razón,
en donde se despeñan cada uno de los alientos,
como una tormenta de viento azul profundo.
Y quien forja en solitario las palabras,
rompe universos de tinta en un yunque de renglones,
así se domestican las ventiscas de los versos,
y se amordazan levemente las pasiones del sentido,
que desgarran, a trocitos, aquel lejano suspiro que corroe el sueño.
La piel de las palabras es una epidermis trémula
que se agobia con llantos de tinta enmarañados al misterio,
sólo es una mirada rota por la remembranza
deambulando los blancos murmullos del silencio de la hoja,
en un martes 13 de febrero ¿maldición poética?
LUZ AUSENTE
Luz sola, errante, deambula el aurora,
conjura verdes temblores entre hojas.
El amanecer fue frío, lloroso,
como sólo la lluvia sabe llorar,
se enmarañó al canto de las aves del paraíso
que custodian el secreto de árboles,
y montañas azules, en larga lejanía de la mirada.
En esta orilla del fin del mundo,
el aliento queda postrado al vacío,
ausencia danza por un filoso acantilado,
donde se despeñan miradas y labios,
son enigmas de un beso de tierra húmeda,
entregada en azules verdores, grietas del amanecer,
y el águila del cielo, canta círculos de viento y tormenta.
DESVANECIMIENTO
y, aquel hálito del sueño
quedó enterrado en luz,
arena del tiempo,
algo siempre será ceniza
algo siempre será olvido.
colibrí que traza danzas
con la tinta del viento,
suspiro que se desvanece
como bruma matutina,
y el tiempo, como la tinta,
no vuelven nunca la mirada.
SORTILEGIO DEL VIENTO
Traducir la transparencia cuando la muerte fue conjurada y los trazos de aquellos latidos fueron desperdigados por el olvido.
Caer, sólo caer, acantilados de un limbo de silencio. Nunca hubo una estrella azul que marcara el rumbo, como brújula, guiando los trazos de la tinta. No, la escritura fue inmolada en su propio fuego y sangre.
Escribir, como alas que cruzan en desarraigo del cielo. Escribir en el precipicio del olvido, friso de los márgenes de toda caligrafía trazada desde el aliento.
Sí, en el desarraigo, duro dialogar con el silencio en tales abismos…
INTEMPERIE
Ante el mundo quebrado,
tu leve tinta es sepulcro del viento.
Azar que traza paso
a sol y luna en despliegue de cielo,
nacen aves de fuego,
con alas de infinito,
y hunden sus vuelos en el olvido.
REFLEJO AZUL
Tu pupila, oscuro lago de un universo que dibuja trazos, en un silencio azul que araña huecos de fuego frío.
Cenizas de aspiración que miran mirar como se mira aquel instante despeñado.
Fatalidad de un aliento sin sombra, giro de azar de miradas que no engarzarán más los reflejos.
INFRUCTUOSA PRÁCTICA DE VUELO
Hay un cristal en el cielo que se sueña, en el vuelo que se levanta,
y el ascenso remonta las esferas del aire y su vacío,
las plumas planean, esquivando los filosos acantilados del firmamento
pero ese cristal es un enorme monstruo transparente en la bóveda del infinito,
abre sus garras como una red que acapara todo y engulle hasta el más breve suspiro.
En las alturas del universo el ave descubre que no hay edén,
no hay paraíso alguno en el cual aterrizar,
sólo existe el vértigo de la caída y la transparencia, asfixia.
Desploma el ave arrancando su aliento,
con el derrumbamiento se desploman una a una,
sus azules plumas, sus azules palabras.
Los vuelos no giran,
sólo son áridos ocasos del horizonte.
El ave cae brutalmente
con todos los sueños quebrados del aire,
uno a uno, van cayendo los diáfanos ladrillos de la quimera.
El vuelo fracasado cae con sus despojos que se estampan con gran fuerza en la arena del tiempo,
pobre pájaro iluso que en su declive se transmutó en un simple desprendimiento del polvo,
toda su divinidad ahora sólo es un montón de hojas secas que se desgarraron del cosmos,
trozos quebrados de una esfera rota con la cual, apisonar el camino.
La tinta, ya no es aliento, no queda ni un solo destello que ilumine por un instante aquel silencio,
la voz de la tinta queda quieta, callada, no es ni palabra, ni remordimiento, ni herida que sangra.
Esa triste ave herida, despojada de todo su hálito, ni siquiera es un trozo de olvido,
aquí no hay quien extrañe, ni su canto, ni su vuelo,
aquí no hay nadie que note sus arañazos de nube,
y el viento herido, gime su tormenta, pero continua su lento deambular
tirando los destellos del atardecer.
Todas las ilustraciones son de Picasso de su periodo azul y han servido como referencia visual para la creación de este ejercicio creativo de écfrasis.
En caso de una posible distinción con la publicación de los poemas las imágenes deberán ser omitidas.
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