POEMARIO SEBASTIOPOLO

POEMARIO SEBASTIOPOLO

INOCENCIA

Cuando era niño,

el mundo en el que vivía,

era una fantasía

donde la mentira no existía.

Lo que el adulto decía,

siempre se creía.

Cuando era niño, mi mundo

ese en el que vivía,

todo en juegos se convertía.

La maldad de los mayores,

como tierna caricia

se sentía.

Cuando era niño

Ese mundo

en el que vivía,

el engaño no existía.

La inocencia de niño

todo lo encubría.

Cuando era niño,

en mi mundo

aquel de fantasías,

la envidia

no se conocía.

Era un paraíso

de paz y armonía.

De preocupaciones

no entendía.

¡Que dichosa!

La vida de niño

se sentía.

MI MUNDO

El mundo que yo deseo,

es ese mundo

donde cada niño al nacer

tenga a su lado

un padre que lo aliente

Un mundo,

donde cada niño que nace,

ese su primer llanto

sea de alegría esperanzadora.

El mundo que yo deseo,

Es ese mundo

donde las balas que matan,

se conviertan por magia

en esa semilla

que al germinar

de la madre tierra,

sea fruto que alimente

a la humanidad entera.

Mi mundo,

el que yo deseo,

es un mundo

donde no existan fronteras.

Donde la raza que exista

sea única y sin banderas.

Es ese mundo,

donde la libertad

y los privilegios

existan

para todo por igual.

Un mundo

donde solo se conozca

la verdad que enaltece.

¡Que muera la maldad!

Y la envidia que corroe.

Donde muera el odio

y el rencor que destruye.

Ese mundo que yo deseo,

es uno

donde no exista sufrimiento,

ni enfermedad que asesine.

Un mundo,

donde el último suspiro sea,

como el de un sueño

del que no logramos

despertar.

POESIA

¿Qué es poesía?

Me pregunto.

Es la poesía

libertad de expresión.

Será represión,

o es quizás,

la sensible expresión

de aquel sentimiento

que la palabra ahoga.

Fiel manifestación

de penas envueltas,

de dichas expuestas.

Exclamación escrita

de bellezas perdidas.

Reclamo de vida,

que inspira poesía.

TU OJOS

Me tome mi tiempo

para mirarme

en el espejo de tus ojos.

Su reflejo me mostró

lo bello de tu interior.

Alma bendita y pura

de la que emana,

lo que tu suspiro

Con suavidad murmura.

Que la belleza

no se mira desde afuera.

Ni que solo con tu voz

lo que sientes expresas.

¡O brillo celestial!

de tu mirada angelical.

Queriéndome mostrar,

que el amor es incondicional

expresado en esa

tu entrega total.

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