Te escuche decir mi amor mientras tu pelo llovía sobre mi rostro y no fue la forma más convencional de enamorarme.

Maldita nefelibata que transitas por calles oscuras.
Vas sin rumbo como si buscaras el botón de reinicio, y yo, solo te miro y pienso en todo aquello que quiero hacer contigo.

Maldita nefelibata.
Ojalá pudieras verme como yo te veo.
Ojalá me amaras como yo lo hago.

Tu melodía avanza, como una estampida de caballos.
Imposible detenerla.
Pecado sería guardar silencio.
Y en el curso de la melodía sigo pensando en por que no puedo irme, y la única razón que encuentro son los aladares que tanto bailan con tu caminar, perdón que quiera llevarte a todas partes, pero para mí tu olor es esencial.

Pensarás que soy un loco.
Pero aquí me tienes, escuchando lo que escuchas, y queriendo ver como tu ves, te levantaste esta mañana y no me despertaste para despedirte.
No me importa que te vayas.
¡Pero háblame!

Nefebilata estoy aquí por ti, ¡mírame!
Oh querida nefelibata, permítame contarle lo que era mi vida antes de usted …

¿Ha escuchado de colisiones, de facetas?
¿O de las dos cosas a la vez?

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS