Ninfa de los pelos rizados,

emerges de las profundidades

cantando angelicalmente

coronada por Poseidón.

Lo que un ojo no puede dar,

para mi deidad lo guardo,

difícil empresa entregártelo,

me destina una muerte rocosa.

Dios del tridente, no toques mi sangre,

entrega este mensaje a Eros:

rojo ha de perdurar

mas liquidarla del mundo material.

Ojo y asesino enorme,

de gran placer has gozado,

mas siempre recuerda:

ama más el muerto por amor

que el asesino enamorado.

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