Letras de Cajón

I.-

Comienzo a darme cuenta

Que las líricas de mi alma siguen atrapadas,

Estas piezas de mí, buscan encontrar a alguien,

Que tenga todas las palabras que me han sido robadas.

Tal vez exista en el mundo alguien así,

Que sea capaz incluso de provocar sismos,

Y quien sabe, pues este mundo es raro,

Tal vez seas tú quien encaje en todos mis asterismos.

Un día quizá, mirando hacia Polaris,

Encontrando luces girando en un eje celeste,

Encantado por tu iris, en café coloreado,

En ese momento sabré que serás tú a quien yo eh buscado.

II.-

El cielo se abre en noches de agua clara,

Pues es un azul tan puro que se hace negro,

Es Orión, el cazador, persiguiendo hadas,

Que dibuja las pléyades como pequeños cuentos.

Te encuentro tan preciosa como ese cielo,

Tanto que te dibujo también, corriendo circumpolar,

Buscando uniones en galaxias hechas de hielo,

Buscando en ti, ese deseo de poder volar.

Posada estás, sobre el ojo de Aldebarán,

La estrella que brilla más en Tauro,

Prisionera de mis deseos que quizá no se cumplirán,

Prisionero yo, de mis ganas de gritar que te amo.

III.-

Que tus ojos sean libres,

Debajo de este manto infinito,

Seamos quienes duerman y sueñen,

Contando cuentos de libélulas y cisnes.

Ubica la estrella del norte, y conoce sus lazos,

Dibuja las rutas entre Dubhe y Merak,

Y une las estrellas en nuestros brazos,

Que pronto seguro que se abrazaran.

Deja que te siga solo por el día de hoy,

Así como Cefeo sigue a Cassiopeia,

Si me dejas hacerlo yo voy a coronarte,

Te daré cinco estrellas como las tiene ella.

Abre tus brazos, y muestra esa sonrisa tuya,

Que rellena la pesadez de las comisuras de tus labios,

Te doy libertad para encerrar mi cuerpo,

En bóvedas con cielo abierto lejos de los agravios.

Será ese momento que nebulosas colisionen,

También que haya alineación planetaria,

Movimientos de dos humanos que se unen,

Somos tu y yo, acortando nuestra distancia.

IV.-

Cuando los poetas callen

Todo acabará en un silencio profundo,

En un reino donde todos los amores fallen,

Con sentimientos que habrán dejado este mundo.

Si dejamos de hablar, reinará la paz,

Reinará la paz, con banderas de un corazón roto,

Y va a pisotear civiles insurrectos que ansían guerra.

Será así que dejaremos de llorar y, por ende, de pelear.

Aquel soldado que guarda tulipanes en sus manos

Alcanzará descanso cuando haya llegado ese día,

Cuando los poetas callen, y nadie pueda celebrarlo,

Terminará la lucha, de aquellos que siempre han amado.

Van a abrirse las aguas también,

O quizá el mar solo se quedará seco,

Así no crecerán más flores de las que guardaba para ti,

Y en ese momento todo será una pradera gris.

Si todas las canciones callan

Después nadie volverá a cantar,

Estaremos más lejos que nunca,

Tanto que jamás nos podremos abrazar.

Que horrible será verte cuando eso ocurra,

Sabiendo que no podré decirte lo que siento,

Cuando te vayas, y las noches sean más oscuras,

Ya no escribiré, pues en mi cielo hará falta luna.

Cuando los poetas callen, triunfará la realidad,

Y la imaginación solo será una leyenda,

Por ello es que no quiero vivir en esa posibilidad,

Por eso te escribo hoy,

Decirte que te quiero es mi encomienda.

Voy a sonar como un loco el día que lo leas,

Y será porque los poetas se habrán callado,

En tus venas correrá el frío, y correrá con paz,

Se olvidarán los recuerdos que has tenido que encerrar.

Pensarás en el amor que hemos perdido,

Que se ha olvidado después de tanto,

Que se ha amargado con traiciones y mentiras,

Pensarás que las flores son solo para santos.

Yo vengo hoy, porque busco acelerarte,

A que tu corazón de nuevo sienta,

A que hoy de nuevo, los poetas hablen.

A que por solo un día te sientas Cenicienta.

Me podrás decir que sí, o me dirás que no,

Las posibilidades empezarán a resembrar la tierra,

Derramaré lágrimas, o caerán gotas de alcohol,

Seré feliz hoy, dándote mi corazón.

Dame una oportunidad para tomar tu mano,

Hagamos que la paz y la tranquilidad se acaben,

Deja que me quede a tu lado,

Y hagamos hoy que los poetas hablen.

Que la luna regresé a las noches que paso en vela,

Pero con mares inundados de lágrimas caídas,

Cuando los insurrectos se liberen y la lucha siga,

Sabremos que la guerra y el amor nos dan vida.

Caminemos juntos hoy,

Bajo infinitos fuegos de artificio,

Para que el mundo nos vea juntos

Y contemplen el amor como algo real y no ficticio.

Si tú me dejas acompañarte solo por hoy,

Te prometo entonces que no dejaré que nos separen,

Si decides tomar este cariño que frente a todos te doy,

Te juró que haremos que los poetas nunca callen.

V.-

Es curioso, ¿no?

Antes trate de escribirte muchas cosas,

Quería hablar mucho de cuanta alegría provocabas al aparecer,

Pero al querer decir tanto termine por solo morderme la lengua.

Es curioso, porque ahora si puedo hacerlo, en un día triste.

Y es que fue frustrante ver cómo te alejabas de poco,

Sentir que ya jamás te abrazaría y que los abrazos de antes eran imaginarios,

Me dolió ver como volteabas tu espalda hacia a mí, ocultando tus ojos,

Pero fue peor querer quedarme a pensar solamente en mis errores.

Por un momento creí que se escaparía la poca bondad de mi cuerpo,

Y me había rendido, solo viendo cómo te irías lejos,

Pero en ese momento pensé en tu sonrisa, y tomé el mando de estas emociones,

Es así que ahora escribo, porque no me eh rendido, y voy a remediar mis actos.

No voy a despedirme tan sencillamente de ti,

Esa sonrisa tan bonita que procuras, ya se ha grabado en estas memorias,

El aroma de tu pelo, y su tacto al recostarse en mi hombro,

Tus manos junto a las mías, tu risa tan cercana al cielo,

Aquello que no pude escribir antes, pronto serán relatos,

Pronto serán cuentos, que contaré en un verano.