Cuando me adentro en tu mirada, me pierdo en mil pensamientos, divago y navego sobre el amor perfecto.

Me incrusto en tu alma y entonces me encuentro preso.

Preso de mis temores que en ayeres me sedujeron.

Tu voluntad no encuentra eco y se pierde en mil ensueños.

El cuerpo no responde y el amor sobrepasa lo imperfecto.

Vuela entre mil sueños tu deseo de ser libre. Lo cobija el intelecto al saberse tan pequeño.

Lo sobrecoge el anhelo de entender el compromiso, al susurrarle al oído un Dios bueno y sempiterno.

Llora hijo, llora. Que tus lágrimas enjuaguen las heridas del infierno.

Sus cicatrices son surcos que el tiempo ha dejado en tu alma, como testigos fieles de dolor y sufrimiento.

Tus habilidades no encuentran en este mundo fiel reflejo, y en un vil espejo humano se confunden generando desconcierto.

Solo Dios te reconoce y comprende el privilegio. Soñó con algún día esparcir sus semillas por todo el universo.

Su amor creció tanto que al no encontrar ya sustento, explotó en seres como tú avalando su amor eterno



Cada estrella del firmamento es una célula del Ser Supremo, y cada niño de tu entorno es una gota de su sangre que purifica lo maltrecho.

Ríe, hijo mío, ríe, que al final de los tiempos, tu sonrisa será el sol que a todo mal aniquile, y el perdón será la muestra, de tu alma pura y humilde.

El sol de cada mañana ansioso espera tu risa, pues de ella nace la fuerza que al mundo todo ilumina.

Si tan solo una gota de tu ser me perteneciera, si de saliva fuera, paladearía la dulzura, si de lágrimas, liberaría mi clausura, si de sudor me empapara, mi piel purificaría y si de sangre proviniera, por todas mis venas correría sublimando mi figura.

Oh Señor poder quisiera engrandecer mi intelecto, para encontrar la forma de agradecer el privilegio.

Cada lágrima derramada a mil flores dio vida y cada pensamiento erróneo se transformó en Bendiciones.

La muerte se hizo mi aliada y aunque sé que es inminente, el sueño ya no me quita, pues ahora entiendo que la vida es solo la antesala requerida.

Me regocijo en la idea de encontrarnos algún día y de no ser más tú un Ser santo y yo solo tu humilde guía.

¡Vamos hijo despierta! que en el juicio de esta vida, será Dios nuestro testigo. Quizá en este efímero mundo yo promoví tu sonrisa, pero seguro estoy que en la eternidad, tú iluminarás mi partida …

TE AMO

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