Era nula la percepción que tenía hacía mí.
Su voz hacía eco en mis costillas,
y solo se escuchaban palabras estáticas,
sin señal…
Que salían como humo de su boca,
voraz,
hambrienta de volver a saborear,
el pacífico mar que cargaban mis ojos.
Como pez fuera del agua,
me siento inmóvil
ante tus balas.
Son tus palabras
que me atraviesan como dagas.
¿Cómo te explico que mi espina dorsal esta quebrada?
tanto vuelco y desvelo,
me a llegado hasta el corazón,
dejo de bombear,
y me dejas de nuevo en nada,
como si nadar se diese solo con un aleteo,
sin saber que entre cada suspiro
nace algo nuevo,
y vuelvo revivir,
como si de un humano se tratase,
vuelvo a sentir,
amor.
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