Una novia que se ríe y llora.
Un novio que se asusta y añora.
Un corazón que palpita al lado del otro,
pero buscando siempre corazones rotos.
La alegría del encuentro,
de saber si en tu corazón sigue adentro.
Pero la realidad es como la de Apolo,
tristeza de quedar solo.
Una boda a lo lejos,
pero antes recibiendo muchos consejos.
¡Oye, recuerda!, un teléfono siempre al rojo,
porque tal vez exista un enojo.
Aunque el beso funde el hielo,
terminarás sonándote con un pañuelo.
Y el verdadero regalo que llueve del cielo,
es morir con horas de desvelo.
Escrito por: Dafne Montaña
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