Estábamos con el equipo de trabajo, conformado por:

Cuatro Mineros, el Operador de la pala de extracción, el Operador del Jumbo y …

Yo, el Eléctrico.

Ah! y el Capataz, el Jefe de turno y varios Jefes más .

Después que el Jumbo realizó las perforaciones en el frente del túnel.

Lo desenchufe, encendió sus motores diesel y se retira al exterior del túnel.

Comienzan los mineros a cargar con explosivos los setenta y ocho agujeros de seis metros de profundidad que perforó el jumbo.

Conectamos el ciclo de disparo, para detonar el frente del túnel y así avanzar esos seis metros más de túnel.

Para llegar a esta etapa son once horas de duro trabajo.

Retire los proyectores de iluminación provisorios, que enfocan hacia el frente del túnel,

evacuamos el túnel, corté las luces y también la ventilación.

Detuve los generadores de electricidad.

Salió el disparo, tronadura o explosión.

Encendí las luces y active nuevamente la ventilación.

Esperamos veinte minutos para ingresar con el Capataz a revisar el frente del túnel.

Al pasar la nube de gases no había olor ni a tierra, ni humedad, solo olía a explosivo.

Presagie que no se habían explotado todas las cargas o algo salió mal.

El Capataz cambio su rostro de alegría a preocupación.

Coloque los proyectores para iluminar el frente del túnel.

En la oscuridad el Capataz desesperado enfoca con su lámpara el frente del túnel.

Encendí los proyectores y se sintió el silencio de la derrota.

Hubo explosión… pero no rompió la roca y los agujeros que se cargaron con explosivo aún estaban intactos, pero sin explosivos.

Enrabiado sube el capataz a la camioneta,

me mira con apenada furia y me dice; ¡ tiro soplado!

Me quede retirando los desperdicios de los explosivos y preparando la manguera de aire comprimido para limpiar los agujeros y para luego volverlos a cargar con explosivos.

Retorna el Capataz con los mineros que descienden de la camioneta despacio como niños castigados, lentamente y cabizbajos avanzan en un amargo silencio hasta el frente del túnel, lo miran en toda su altura, en todo su ancho, en todo sus contornos, como buscando una explicación, el Capataz fuertemente insulta a la madre del túnel., Nos dice el minero mayor: ¡Ya niños, tiro soplaó! _ ¡Duro con duro!

Nadie mencionó culpable, ni buscar explicación del error.

El Minero mayor nos dice:¡ duro con duro ,no má!

En fracasado silencio esperamos la camioneta de explosivos.

Se bajó todo lo necesario de la camioneta, para volver a cargar en concentrado silencio los setenta y ocho agujeros de seis metros de profundidad.

Al terminar de cargar en hora y media las setenta y ocho perforaciones de seis metros de profundidad, nos quedamos dos Mineros y el Capataz para conectar el ciclo de disparo.

Se enciende la mecha de diez minutos , tiempo suficiente para llegar al exterior y

Apagar las luces y también la ventilación.

Detuve los generadores de electricidad.

En ese momento de expectante silencio

El Minero Mayor, con su gran vozarrón dice;

¡ «Duro con duro no má» !

Le preguntó _ ¿ que es eso?

Me mira fijo, levanta su mirada al cielo gira hacia la montaña y detiene su mirar en la entrada del túnel. bruscamente deja caer su mano en mi hombro y con su mirada fija y cansada como padre consejero me dice.

Si el Cerro es Duro.

_ ¡Yo soy más duro!.

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