Sabía que iba a ser difícil, lo sabía, pero mis expectativas se quedaron diminutamente cortas, microscópicas para lo que en realidad era. Es difícil creer como la vida da vueltas tan complejas, a veces te quedas de pie mirando al horizonte preguntándote ¿Algún día todo Cambiara? No me queda más que responder esa pregunta con un ¡Si, todo cambiara amigo mío¡
Permitan explicarles con más detalle. Soy un migrante, la situación en mi país está en extrema decadencia a tal punto que es muy difícil llevarse un plato de comida diario a la boca. Soy profesional graduado con mucho esfuerzo, me tocó por cosas de la vida trabajar y estudiar a la vez. Provengo de familia trabajadora pero de recursos limitados, lo que pude obtener de mi padre fue el boleto para entrar a la institución donde él trabajaba como obrero, como yo me iniciaba en la universidad para el momento me dieron la oportunidad de entrar como auxiliar administrativo. Esto me permitió seguir mis estudios, los mismos fueron pagos. Trabajar y estudiar es un poco pesado, las personas que les ha tocado pasar por ello saben que no es nada fácil realizar las dos cosas a la vez, pero claro que tampoco imposible.
Como les contaba soy un migrante, tuve que emigrar, me toco cruzar fronteras hacia otras tierras para poder ganar dinero, pensando en mi futuro y el de mi familia, la situación en mi país comenzó a ponerse precaria poco después de graduarme, si se hubiese puesto difícil en el transcurso de mi carrera les confieso que no la hubiese culminado como cientos de estudiantes que hoy en día han tenido que dejar sus estudios para buscar un mejor futuro en otros lugares del mundo, como yo en la actualidad.
Les puedo asegurar queridos lector que el trabajo por mas estresante que parezca, resulta ser sin duda una bendición sabiendo enfocarlo para poder cumplir tus objetivos. Objetivos es lo que hacen falta para que el trabajo no sea una carga, y no sea esa maldición, así como muchos piensan de trabajar.
Cuando empecé a trabajar legalmente en mi país, al momento que tuve un trabajo estable con todos los beneficios que la ley demanda lo primero que hice fue enfocarme en objetivos concretos, donde la principal meta, la principal de ellas fue mi estudio. Y tengo que enfatizar que el trabajo no me gustaba para nada, fue algo en que yo trataba de colocar todo mi esfuerzo para lograr simpatizar con él y con las personas que laboraban dentro del mismo, muchos años las pase así, en la lucha contante de adaptación. Lo cierto es que fue para mí una catapulta para lograr el objetivo principal, graduarme.
Al tener que emigrar, al tener que abandonar mi país sabía que ese título que tanto anhele era solo un papel más sin valor, que a donde iba no me serviría de mucho, que las cosas no iban a hacer tan fáciles, que mucho menos iba a conseguir un trabajo que me agradara, lo sabía, que tendría que desempeñarme de lo que fuese, de limpieza, de obrero, de lo primero que con suerte consiguiera, aun así no me importo por la situación que estaba viviendo en mi amada nación. Lo sabía, y consiente de lo que se avecinaba decidí irme, pero lo que no sabía era que en el país a donde estaba por llegar la situación no estaba muy estable del todo, que la falta de trabajo era enorme o que simplemente el rechazo a los extranjeros era tan grande, aclaro, era grande pero no total para mi suerte.
Las primeras semanas al llegar a este nuevas tierras fueron duras, a pesar que tenía la ventaja que muchos no tuvieron como fue llegar a este país y contar con familia, aun así fue duro, y más siendo yo una persona tan independiente y estar dependiendo de otros para comer, vestir, fumar –que es un vicio lamentable que llevo conmigo– entre otros gastos personales que tuvieron que cubrir por mí y no solo por un día, si no por semanas fue un golpe bajo para mi independencia. Pero a veces hay que bajar la cabeza y tragarse la soberbia, más si las personas que te ayudaron lo hacen con todo el corazón, gracias a dios fueron mis dos hermanas que tenían unos cuantos años erradicadas en el país por la misma razón, la situación actual del nuestro.
Ya tengo casi dos años acá y tengo que confesar que las cosas no han mejorado del todo, estoy mucho más independiente y estable que cuando llegue por su puesto, pero aún siguen mis problemas para tener o mantener un trabajo, obvio que encuentro, y claro que hago mi mejor esfuerzo de la mejor forma posible para poder perdurar en él, pero las inestabilidades laborales están presente en todas partes. Si no es por el cambiante mercado donde suben y bajan los ingresos de los establecimientos comerciales, es porque la persona que te quiere contratar quieren remunerar lo que les venga en gana, y no son trabajos sencillos, son trabajos que tienes que poner toda tu energía pegada en ellos, trabajo bajo presión del patrono, trabajos forzados y ajetreados que no solamente consumen tu energía, también tu tiempo ya que son jornadas de trabajo muy amplias, sobrepasando las permitidas por la ley.
Algunas veces me siento agotado, tanto física como mental y emocionalmente, hay días en que las ganas de tirar la toalla me invaden, trato de ser fuerte, respirar profundo y seguir adelante, porque sé que lo hago es por un propósito, por un mejor futuro y por ayudar a los que se quedaron atrás luchando en una tierra en ruinas. Mi objetivo principal ahora es ese, mantenerme en pie, firme y luchando así las condiciones laborales sean adversas, en ocasiones pienso ¿Serán pruebas de la vida? ¿Serán Pruebas de Dios? No tengo la menor idea, lo que sí puedo asegurarles es que esta prueba que hoy vivo no tengo pensado reprobar.
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