Película de antaño, en una cinemateca vieja, un hombre rubio casi pelirrojo, dos hermanos. Un bosque de abedules donde me juré ir.

Un film que no comprendí. Hastío, melancolía, ganas de vivir, de morir, de amar, de odiar. Joya, belleza atrapante para siempre.

Preciosidad infinita. Dicen que está basada en un cuento corto de Jaroslav Iwasgkiewicz.

Un mundo, una humanidad profunda, una percepción alternativa. Voy a llamar a Andrzej Wajda, si vive, para que me ayude a emprender el viaje.

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