Como cada noche, soñaré con lugares recónditos y salvajes que me aguardan con sus peculiaridades para mí, aún, desconocidas. Obligaciones y contratiempos han postergado este anhelo tan profundo en mi corazón. Trabas a mis deseos que hacían posponerlos o subestimarlos, por no creerme con más derecho que los demás a cumplirlos. Sé que siempre digo lo mismo, pero hoy he decidido que ni mi edad, ni mi salud, ni mis responsabilidades ilusorias, impedirán que pueda viajar al continente africano.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS