A no ser que aparezcas

A no ser que aparezcas

Vuelvo a nuestro café. Me siento en el rincón de siempre, frente a la puerta, y miro hacia ella por si apareces. Esparzo mis libros sobre la mesa y las horas pasan buscando más y más sobre nuestra ciudad no visitada. Recorro sus rincones a tu lado. Te salpico con el agua de sus fuentes. Escucho el bullicio de su tráfico desordenado. Construyo recuerdos inventados. Conozco todas sus esquinas, pero nunca pisaré su tierra. Mis ojos solo la verán en fotos, a no ser que al levantarlos, tú aparezcas.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS