UN DOBERMAN A LA MEDIA NOCHE

UN DOBERMAN A LA MEDIA NOCHE

He tenido noticia del peligro que representa un doberman, atacan a las personas en el cuello y sus mordeduras pueden ser mortales. Mi tiò Juan me comentó que había salido con la familia a una boda, regresaron despues de la media noche y al llegar a su casa se dió cuenta de que habia olvidado las llaves en el interior por lo tanto decidió subir a una pared en la parte trasera de su casa. Entró por el corral y su perro doberman lo atacó, mi tío le hablaba con la convicción de que el perro lo reconocería; pero no fue así.

Mi tío logró esquivar los ataques del doberman cuando tomó un palo para defenderse y avanzar hacia el interior de su casa. Al día siguiente tomó un rifle y de un disparo mató a su perro.

Un día mi amigo Francisco me invitó a una fiesta que se realizaría a dos o tres calles de mi casa. Acepté la invitación y estuvimos platicando con más amigos y conocidos. Había bebidas alcohólicas pero me conformé con una soda y hielo, el alcohol nunca ha sido de mi agrado.

En la pista una mujer alta y de pelo rubio bailaba con su novio ó amigo, tenía el pelo tan largo que le llegaba al tobillo, lo movía de un lado para el otro y se veía hermosa. Había más parejas bailando pero ella era brillante.

Las horas pasaron y a la 1 del nuevo día, justo después de la media noche decidí regresar a casa, mi amigo dijo que se quedaría. Salí del lugar y caminaba por la calle Morelos que inusualmente estaba obscura, varias lamparas del alumbrado público habían sido destruídas.

Había caminado 500 m cuando me dí cuenta de que en aquella oscuridad un doberman se había levantado sobre sus cuatro patas y estaba atento a mis movimientos, miré hacia atrás y la calle me pareció la más larga del mundo. Si corría el perro me podría alcanzar, como lo ví en la acera derecha y yo caminaba por la izquierda decidí ingenuamente seguir mi camino, pensé que el perro permanecería en su lugar y solo me observaría al pasar frente a él.

!Gran error!, al pasar cercas el perro cruzó la calle y entonces tuve mucho miedo pero seguí avanzando. Rezé y me encomendé al espíritu santo, el perro era negro como la noche, se veía grande y fuerte. No había nada que yo pudiera tomar para defenderme, solo seguí caminando.

El doberman se me acercó, olió mi zapato derecho y luego se alejó, regresó a su lugar y se tiró en el suelo. Sentí que volvía a nacer, mi corazón latía apresuradamente. Yo lo miré de reojo, estaba atento y decidí ya no voltear a verlo, solo caminar y caminar hasta sentirme seguro. Otros 200 m y lleguè a mi casa.

Fué increíble, mi encuentro con un temible doberman despues de la media noche había sido un encuentro extremo y lo logré, salí ileso gracias a Dios.

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