Un Labrador de Esperanzas, Peón de grandezas.

Un Labrador de Esperanzas, Peón de grandezas.

AUTORA MARÍA CELMIRA TORO MARTINEZ
celmi08@gmail.com
Manizales Colombia
Teléfono 3022290843

LABRADOR DE ESPERANZAS, PEÓN DE GRANDEZAS.
En los recuerdos de su infancia, de su vida de Labriego , de Peón sin tierra, se le fueron muchos instantes a Jesús María y ya estaba cerca la hora de la ceremonia de graduación de la hija menor por quien se esforzò hasta el sacrificio.
Sacando fuerzas de donde no las tenía, elegante y majestuoso se dirigió con su familia a recibir el trofeo de su vida.
No era su niña la que se graduaba, era él, que día a día había disfrutando de sus tareas, de sus preguntas, de sus conocimientos. Había ido con ella a la escuela, al colegio; había estado en sus travesuras que él castigò con la sola intención de perfeccionar su obra.
No era su niña la que recibía un título era él, quien recibía la condecoración a sus esfuerzos.
No era su niña la que llegaba lejos, era él quien volaba por cielos desconocidos e inmensos.
No ere su niña la que ascendía en conocimientos era él quien vestido de gala recibía aplausos por su sabiduría, por sus logros,
No era su niña la que empezaba un nuevo trabajo ,era él vestido de labriego el que esparcía semillas de conocimientos y cosechaba esperanzas y sueños. Era él recogiendo cafetos y aromando la vida, era él deshojando maizales y pintando de arreboles la tarde.
Era él recibiendo cosechas en sus manos callosas y envejecidas, era él mismo flotando entre nubes, repleto de corazones que le agradecían y le amaban.
Era el mismo soñador, poeta, cantor, labriego el que seguía haciendo surcos, el que seguía tejiendo ilusiones.
Esta visión le colmo su alma buena, sintió que sus pulmones respiraban un aire nuevo, limpio, abundante, ya no sintió su ahogo, ni el silbido mortal de su pecho de enfermo,
No volvió a saber del dolor, ni del abandono.
Aquellos que lo negaron, que lo explotaron se fueron lejos, solos, muy solos, mientras que él quedo suspendido en el tiempo, sintió una felicidad indescriptible y como en un sueño se quedo para siempre en los que amaba.
Nada se había quedado sin hacer, todos los esfuerzos por alcanzar lo propuesto se habían hecho sin reparos. .
Hasta que de tanto amar se quedo para siempre.
Nunca murió este hombre, dicen que en las noches, pinta aun de colores la alcoba donde duermen sus nietos, sus biznietos;dicen que en la navidad se sienten sus pasos amorosos y tiernos; dicen que su ruana aun cobija los niños de su casa y que en la noche se escuchan sus tonadas; dicen que este hombre aun sigue amando a su campesina altiva, a la niña del puente.

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