Te espero en penumbra la casa, temblando mis dedos imaginando como trazarán los mapas de la geografía de tu cuerpo; contando lunares, remontando accidentes, anotando texturas, buscando refugios, amainando mareas… Ha llegado el momento del viaje más deseado y más ligero de equipaje…
III El viaje que aún no he hecho
OPINIONES Y COMENTARIOS