Un día antes del viaje de nuestras vidas, por un capricho del destino, mi compañera moría… El equipaje quedó intacto, contrariamente a mi vida. Ojalá las maletas guardaran las sonrisas con que las hacía.

El destino era Argentina, la recorreríamos de punta a punta, sudaríamos en el Norte y en el Sur la abrazaría.

Escuché sobre la magia de su geografía que cambiando escenarios, transforma la vida. Hoy parto a encontrarme y espero verte, tal vez en algún tango, de tu querida Argentina.

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