No había mochila al hombro esta vez, solo las ganas intensas de amar, de niño soñé con ser astronauta, mi viaje empezó en tu lunar. Amarte fue mi destino y cuando quise caminar desaparecieron tus huellas, seguro fuiste a marte, a tu talón lo adornaba una estrella, en tus piernas se encontraba el centro de mi tierra, fui colono en tus caderas y fui esclavo de tus pechos, tus brazos evitaron que me fuera pero las lineas de tus manos me condujeron derecho.
Desperté, si llevaré mochila…
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