Al caminar por la calle a cada paso mis pies pesaban más, no podía seguir huyendo, aunque sabía que si me atrapan, ya no habría vuelta atrás y me guiarían a la muerte… ¿rendirse o seguir huyendo? estuve huyendo de “las sombras” y nadie sabe la cantidad de integrantes, ya que desde su comienzo han secuestrado e incluso matado a sus blancos silenciosamente durante la noche; por seis meses completos con la espera de que los perdiera de vista huí, pero no fue así, no sé lo que quieren de mí y ahora estoy al borde de la muerte, con hambre y heridas. Ellos me robaron todo; mi familia, amigos y es algo que ya no puedo recuperar, en el fondo mi cuerpo me implora que use lo que me quede de energía para seguir huyendo, pero si sigo siento que me voy a desbordar.

Una espesa niebla evitaba que viera a mi alrededor, mientras caminaba bajo la fría lluvia en la obscuridad de sus calles, con un silencio seco de lo que hace años se creó en este pueblo sin nombre dejó de haber vida, un lugar perfecto donde nadie pensaría que una chica débil y huesuda como yo se escondería ¿no?

Me acerqué a una vieja casa con la esperanza de que esta llegara a abrirse, tomé de la chapa oxidada y la giré, al primer empujón se negaba a abrirse, pero hasta el tercer empujón la puerta se abrió bruscamente y caí de rodillas.


Me levanté apoyándome de la pared y entré cerrando la puerta, la luz de la luna se filtraba a través de las ventanas rotas, iluminando un poco el piso gastado de madera, decidí explorar un poco el lugar, así que agarré una vela que estaba en una pequeña mesa de madera y saqué de mi bolsillo el ultimo fósforo que me quedaba, ya que el resto me salvó creando vida a hogueras para así, poder sobrevivir en su cálido ambiente en estos días de diciembre; al encender la vela su luz era débil, pero suficiente como para poder ver alrededor mío. Mientras caminaba, a cada paso la madera soltaba un pequeño chillido al poner un pie sobre ella, esta casa tenía un aspecto tétrico que a cada rato sentía un ligero frío pasando por mi columna, aunque estoy sola sentía que me observaban, mientras iba entrando a la cocina una puerta que guiaba a un patio se abrió de golpe y entró una corriente de aire que hizo apagar la débil luz de mi vela, me encontraron busqué rápido algo con que defenderme y tomé un cuchillo que estaba en la encimera, dejé caer la vela al suelo y me dirigí a las escaleras, mi corazón estaba como loco y sentía el pulso sonando en mi cabeza, esta vez corrí, corrí y corrí, hasta llegar a la planta alta de la casa abrí la puerta que estaba a mi izquierda y cerré, era el baño; busqué donde podía esconderme me puse a un lado de la puerta y esperé…

Paso un minuto…nada ¿se habrán ido?, cuando iba a abrir la puerta se escucharon pasos lentos y me volví a poner donde estaba, mis manos empezaron a temblar mientras sostenía el cuchillo con fuerza; los pasos seguían hasta que se detuvieron en seco en la puerta del baño, la chapa empezó a girar lentamente y se abrió, una persona alta y con hombros anchos entró vestido de negro, con un paliacate que le cubría la boca y la nariz dejando a la vista sus ojos marrón obscuro, rápido antes de que me notara tomé el cuchillo con una mano y se la enterré en su cuello dándole una muerte lenta y dolorosa por lo que hizo con personas inocentes, soltó un grito desgarrador y antes de que el sacara el cuchillo de su cuello lo tomé y salí del baño, otra sombra estaba ahí mirándome y con sus puños cerrados con fuerza salió corriendo hacia mí y yo corrí a las escaleras, abrí la puerta de la entrada de golpe y salí corriendo al bosque del pueblo.

No me importaba si me perdía solo quiero que todo esto se acabe, cada vez que pasaba por los árboles una nueva cortada aparecia en mis brazos y piernas por su rasposa corteza.

No podía seguir corriendo, así que paré y me recargué en un árbol, mi respiración era muy fuerte que tuve que ponerme la mano en la boca y nariz para disminuir el ruido, comencé a caminar silenciosamente tratando de escuchar algún ruido que no fuera el mío, pero no escuché nada, o eso creía yo, de repente alguien me atrapó y me abrazó para así poder evitar que me fuera, empecé a gritar y a tratar de zafarme…pero era inútil, me atraparon.

Me tumbo al piso boca arriba y con sus manos detuvo mis brazos.

-¡SILENCIO!- dijo y me amenazó tomando mi cuchillo y colocándomelo en la garganta.

-¿Qué quieres de mí?, mataste a mi familia y amigos¡¿porque?!- le dije y el hizo más presión con el cuchillo.

-¡¿porque?!, te diré porque, todos los que tuvieron algún contacto con tu familia está condenada a la muerte al igual que tú lo estás y todo esto dale gracias a tu papi, que es responsable de todo esto, él fue la causa de que nosotros hagamos esto y nos conocieran como somos hoy en día, él nos debe mucho más que el dinero, asi que, que mejor manera que pagarla con su vida y la de los demás.- dijo mientras se reía con gusto.

-eres un monstruo- le dije, el me miró fijamente y solo con sus ojos se notaba que estaba sonriendo.

– dile a tu papi que le mando saludos- levantó el brazo con el cuchillo y vi la bella luz de la luna por última vez.

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