Cuando las ojas del otoño renazcan en Primavera

Cuando las ojas del otoño renazcan en Primavera

Gato

14/12/2018

He pasado la primavera, buscando la chica ideal.

Ahora, el otoño, es fresco.

La lluvia de hojas, me evoca un cuento de hadas. Y sueño con la rubia hippie, de largo pelo lacio, minifalda fluorescente, mallas color arco iris y una gorra blanca, siempre luciéndola a cualquier hora. Y los tacones altos, de sensuales zapatillas de plataforma, en mezclilla azúl clara, y un perfume de flores primaverales.

Y la alegria de vivir intensamente.

Por fin te encuentro hoy, mientras subías una de tus piernas en la banca del parque, para acomodar la malla a tu pie derecho.

–Hola…–Te saludo, deseando ver la más bella de tus sonrisas.

–Hola..– levantas tu cara para contestar, y me regalas la sonrisa esperada.

–Me pregunto, si te puedo invitar una nieve, es un momento único, para disfrutarlo.

Tus ojos me ven detenidamente, me estudian y buscar ver como soy.

Se que mi invitación es muy inocente, quizás infantil, pero fue lo que quise hacer.

–Bien… Se me antoja. Gracias por la invitación.

Ahora caminamos por la calle principal del parque, disfrutamos de una buena nieve.

Animado pregunto, tu nombre, dónde vives, y a que te dedicas.

— Vivo por ahí. Me llamo Alicia. Me dedico, a…

Bueno, hoy paseo y mañana…, ya veremos.

Tu perfume es maravilloso, una fragancia única, y es un placer envolvente.

Ese día nos despedimos como nuevos amigos.

Al otro día te veo en el parque nuevamente, y te llevó a la calle principal de la ciudad, a ver aparadores, edificios elegantes y una buena comida en un agradable restaurante.

Al otro día vamos al cine, a ver la película del momento, luego a caminar. Una banca nos invita a platicar.

Sólo pasó…

Me animé a besar tus labios. Mientras sonreímos. Fue un monto mágico, y tus labios también me besaron. Ese momento nos unió, y quedamos enamorados.

Permanecimos ahí un rato y después caminamos. Me pediste entrar en el parque.

Ahí, por el camino más bello, me abrazaste y nos besamos como Jamás lo imaginamos.

No queríamos separarnos, era un momento único, que no buscábamos que tuviera fin.

Me tomaste de la mano, y seguimos caminando.

De pronto tu mano se empezó a sentir tan suave y ligera, como una suave brisa sobre la piel.

Tu cuerpo se hizo blanco, como la nieve, y luego se fue como desvaneciendo.

Te separaste de mí, y caminaste unos pasos a delante, y volteando me sonreías. Me enviasté un dulce beso, y sin dejar de sonreír, caminabas como bailando, y viendo al frente Continuaste caminado y cantando, mientras tu cuerpo se invisibilizaba, hasta no verse más.

Todo pasó como en un encantamiento mágico, otra dimensión, o una realidad paralela a la realidad normal.

No supe como racionar y no había poder que me hiciera llorar, o sentir miedo. Sólo una emoción subyugante, como ola envolvente, de sensaciones únicas me exitaba.

Seguí caminando en un trance mágico y único.

Adelante, estaba una tumba entre los árboles del bosque.

Me detuve, y puede ver el epitafio que decía tu nombre. Sorprendido, me acerqué.

Sobre la lapida de blanco mármol decía :

Alicia Hilbert fontana.

Murió en el rio por accidente. Su familia la Ama. Descanse en paz. Que dios la reciba en el PARAÍSO.

Junio 25 de 1971.

Ahora es el año 2018.

¿Cómo puede ser posible…?

Lloraba. Corté flores del bosque. y las puse sobre tu tumba.

La neblina envolvía por completo el bosque. Permanecí un rato ahí y oré por ti. Sentía tu fragancia, oía tu voz, y te oía cantar.

–Que te vaya muy bien, y que seas muy feliz donde ahora estás.

Me despedi. Imaginé tu rostro entre los árboles, y parece que realmente te hiciste presente unos momentos. Viendo tu sonrisa., te envié un beso. sonreímos una ves más, te fuiste y me fui de ahí.

Caminé por el largo camino del parque, las ojas del otoño caían como una mágica lluvia de colores, anunciando las flores de la primavera, cuando el invierno pasara.

Salí del parque y caminé por la calle. El invierno, se anunciaba muy Frío, pero sabía que en primavera, las hojas de las flores y árboles volverían a florecer, y yo…

Yo nacería de nuevo.

Y a ti Alicia, te volveré encontrar en la nueva mujer, que encontraré caminando por la calle, al nacer la primavera.



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