¡SEÑOR!

—Señor! ¿Me pasa la pelota?

—…

—¡SEÑOR! ¡QUE SI ME PASA LA PELOTA!

—¿EH? ¿Es a mí?

—¡Pues claro! ¡No hay ningún señor aquí más que tú!

—Puto niño…

—¿Eh?… ¡Gracias señor!

—De nada cabrón.

……………………….

—¿Cómo le dices eso al crío? Te habrá oído.

—No creo, pero se lo merece. Llamarme a mi SEÑOR…

—Pues es lo que eres para el chaval. Un señor mayor.

—¿Pero qué dices? ¡Si solo tengo 32 años! ¡Soy un yogurin!

—Ya. Un yogurin caducao.¡Jajajaja!

—Vete a la mierda. ¿Tu sabes cómo follamos Carla y yo? La cojo a horcajadas, así, me la levanto y le meto…

—¡VALE YA ROBERT, QUE ES MI HERMANA!

—¡Uy, la ofendidita. No se puede hablar de ciertas cosas. Pues que sepas que tu hermana tiene peor boca que yo, si supieras las cosas que me dice cuando…

—¡QUE VALE YA!

—No digo más. Tu también tienes años suficientes para llamarte SEÑORA con mayúsculas. Dirás que no.

—Eso ya es venganza. Te ha dolido.

—Pues si. Hace frio joder, si no tenía ni ganas de fumar, solo he salido del bar porque quería decirte que… O sea, que Carla insiste mucho en lo de tener un niño y yo…

—¿Y tu qué? ¿No quieres tenerlo?

—Los niños dan mucha guerra, cuestan dinero, aumentan el stress, te quitan tiempo para salir, manchan todo, reducen el espacio en casa para mis cosas, y así mil temas más…

—Parece que ya tienes uno y sabes todo. ¿Sabes algo bueno que te dan? ¿O todo son problemas?

—Bah. Lo bueno será mínimo. No quiero tener hijos joder, y está en un plan tu hermana…

—Pues o se va en la misma dirección o los caminos se separan. No se puede tener hijos y no tenerlos a la vez. Tenéis que decidir, pero ya te digo que tú mentalidad de ahora no será la misma cuando pasen 10 años más. De tener hijos no te arrepientes normalmente, pero de no tenerlos…

—Tú y tus teorías.

—Tengo dos y sé de lo que hablo, también sé de gente de más de 40 que no los ha tenido y ya es tarde, se arrepienten. Pero bueno, haced lo que queráis, pero me gustaría que pensárais lo mismo sobre este tema.

—Somos personas diferentes, nadie piensa lo mismo que todo el mundo. Carla no ve problemas en el futuro, no piensa que a lo mejor acabamos en la calle si nos despiden del curro y no encontramos nada, que a lo mejor nos separamos y a ver que pasa con el crío, que…

—¿No te das cuenta que pareces un oráculo de lo malo? ¿No te pasan cosas buenas nunca? ¿Jamás? ¿Conocer a mi hermana no ha sido algo bueno? ¿Sabes cómo me habla de ti, de tu sentido del humor, de cómo la cuidas, de que pareces un padre sin serlo de lo responsable que te ve?

—¿Te cuenta eso?

—Somos hermanas. Las mujeres nos contamos todo y si nos une la sangre más.

—Pues no sabía que hablaba de mi así. Me siento… No sé. Es que me da miedo la responsabilidad de un crío. Me supera.

—Nadie nace sabiendo. Si llegáis a tenerlo verás que se aprende y se enseña día a día. Cada niño es un mundo y los padres aprenden a adaptarse, es un medio diferente y lo que piensas ahora mismo cuando estés en ese medio, te parecerá ridículo. No digo que sea fácil. Digo que merece la pena, nada más. Creo que deberías hablar mejor con un padre que conmigo, deberías hablar con mi marido, a ver si teniendo una visión masculina lo ves de otra manera mas… cercana.

—Es posible. Necesito pensarlo mejor, pero gracias por su ayuda, SEÑORA. Vamonos dentro que frío hace joder.

—Robert. Espera…

—Creo que serías un buen padre pero no lo sabes.

—Ah… No sé si tomarme eso para bien. Estoy confuso con todo esto.

—Bien. Antes no tenías dudas, ahora se mueven cosas dentro de ti. Eso es bueno… Que pienses, pero también es bueno que sientas. Será el siguiente paso.

—Cómo sois…

—¿Cómo somos?

—Si. Las mujeres… Nosotros siempre vamos detrás de todo y vosotras delante. Siempre.

—No lo dudes.

—Bueno bueno… No vayas ahora de subidita. Yo soy SEÑOR y eso impone.

—¡Bah! No te queda nada hasta ser mujer y madre… ¡Jajajajaja!